"Saber separar" nunca tuvo tanto significado como para mí, hoy.
Saber separar es seguir queriendo a las personas por lo que son para ti, saber seguir apreciendo todo lo que son, su esencia, independientemente de sus actos, de sus relaciones ajenas a tí, pero tan cercanas y tan cercanas y tan...
Es imposible encontrar la estabilidad en la vida, el justo punto medio, esa filosofía oriental, esas determinaciones para no conseguir a llegar a un punto y menospreciar el otro, sino saber apreciar ambos estados, estadios...
Saber separar supone saber poner punto y final, a todo lo que había sido hasta el día y el lugar de hoy... Ser fuerte.
A pesar de todo me sigo preguntando si quizás, muchas cosas de las que pensaba no se han quedado simplemente en mi mente, cuando era algo que me siento que yo sola sentia, incluso cuando hubo un momento que sentí que era algo de dos. Pero todo el mundo lo veía, y ciega(ilusa) de mí, me negaba a lo evidente... si es que lo evidente es tan aburrido que rara vez es evidente para todos...
Y ver, que lo que apremia ahora es ser joven y apuesto, joven, la juventud eterna: el joven apenas tiene experiencia. Ya me he cansado de estar jugando con algo que no es de mi edad, yo ya lo dejé atrás, o ni siquiera lo tuve alguna vez, no lo sé.